La Hermandad entendió que en estos momentos tan complicados e inciertos que se han vivido y aun se atraviesan y visto el poco tiempo que resta para dicha fecha, la mejor opción era la continuidad y evitar hacer más cambios, otorgando su confianza al hermano que, precisamente, dejó la Secretaría en Mayo de 2019. Éste, explicó en la Junta General que aceptaba volver a ocupar el puesto precisamente por estas razones y agradeció a los miembros de la Junta de Diputación su apoyo y ánimo y al resto de hermanos por la confianza otorgada.
Además de este nombramiento, la Hermandad también refrendó que el hermano Esteban Mena pasase a ser Vicesecretario y que el puesto de vocal que dejaba libre éste en la Junta de Diputación fuese ocupado por el hermano Juan Pablo Belmar.
Posteriormente fue turno del Depositario de la Hermandad, José Juan García, que procedió a leer los informes económicos comprendidos entre 2019 y 2022, siendo aprobados por los hermanos. A continuación pasó a exponer a los presentes los motivos que llevaban a la Junta de Diputación a proponer la domiciliación bancaria obligatoria de la cuota anual a partir de la del año 2023. Tras contestar las dudas que plantearon algunos hermanos, se pasó a votar, siendo aprobada la medida por mayoría absoluta de los presentes.
Posteriormente, y tras poner al día a los hermanos en lo concerniente a la actualidad de la Junta de Cofradías y de la Archicofradía de Paz y Caridad (donde se informó, entre otras cosas, de las medidad tomadas de cara a la puesta y quita de andas de este año), el Secretario procedió con el pertinente informe de la Junta de Diputación, poniendo al día a los hermanos respecto a la actividad de la Hermandad y todo lo ocurrido en la misma desde Mayo de 2019 hasta la fecha actual, donde se enlazó con los preparativos para la Procesión de Paz y Caridad de este año, pudiéndose percibir la ilusión de los hermanos por volver a desfilar después de tanto tiempo (el último desfile de Jueves Santo fue en el año 2018).
Para el final de este informe quedó el recuerdo a los fallecidos durante todo este tiempo. Un momento muy especial que los hermanos cerraron con un sincero y emotivo aplauso.
La Asamblea finalizaba con la subasta de un Cetro y un Banzo que estaban pendientes, el habitual turno de ruegos y preguntas y, por fin, tres años después, la tradicional invitación por parte de la Hermandad donde se pudieron compartir conversaciones nazarenas entre los hermanos.
Todo listo, por tanto, para la Procesión de Paz y Caridad tras una Junta General marcada por la ilusión por el reencuentro y el recuerdo a los que este año echaremos en falta en las filas de nazarenos.
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