La Hermandad, el próximo mes de Junio, viajará a Roma culminando así un sueño surgido hace ya más de 13 años y que por fin, en este 2015 será una realidad, aprovechando la conmemoración del 75 Aniversario de nuestro Titular. Entre la gran cantidad de monumentos y detalles que podremos descubrir en Roma destaca la Basílica de Santa Práxedes, donde se encuentra una reliquia de la Sagrada Columna donde Cristo fue flagelado hace casi 2000 años.
Primero, permitidnos recordaros que, en la citación que nuestros hermanos han recibido en sus domicilios, se ha informado de todos los pormenores del viaje: itinerario, alojamiento, visitas, precio, condiciones, etc... Los hermanos tendrán preferencia a la hora de reservar plaza, pero si no eres hermano y estás interesado en viajar con nosotros a Roma, ponte en contacto con la Hermandad a través de nuestro fomulario y te informaremos.
Plano con la ubicación de la Basílica |
BASÍLICA DE SANTA PRÁXEDES
UN POCO DE HISTORIA
La Iglesia surgió por encargo del papa Adriano I, alrededor del año 780, y se construyó sobre las ruinas de una vieja estructura de otra iglesia, que fue una de las primeras parroquias de Roma. En ella se albergan las reliquias de las Santas Práxedes y Pudenciana, hijas de San Pudencio, el primer converso cristiano de San Pablo en Roma.
Alrededor del año 822, la Basílica fue ampliada
y decorada por el papa Pascual I, quien inició dos ambiciosos programas: la recuperación de huesos de mártires
de Roma y una campaña de edificación y remodelación de iglesias casi sin
precedentes, entre ellas esta Basílica. Aunque ha experimentado numerosas
restauraciones desde entonces, la Basílica conserva intactos todos sus
mosaicos del siglo IX. Muchos visitantes entran a esta iglesia por la
puerta lateral, en la Via de Santa Prassede pero hay otro acceso a través de un pórtico ubicado en la Via San Martino ai Monti,
con una doble escalinata del siglo XVI, realizada por encargo de San Carlos
Borromeo, que conduce al atrio.
EL ÁBSIDE
En la decoración del ábside, Jesús está en el
centro, flanqueado por los santos Pedro y Pablo y las Santas Práxedes y
Pudenciana. Se parece mucho al mosaico del ábside de Santa Cecilia en
Trastevere.
En el extremo de la izquierda está Pascual I,
presentando una maqueta de la iglesia como ofrenda a Jesús. Está representado
con un halo cuadrado, lo que significa que estaba vivo al tiempo de ejecutarse
el mosaico. Por encima de
esta imagen, hay una palmera de oro con un ave fénix que representa la
resurrección. También hay corderos debajo de Jesús y de los Santos, que podrían
representar a todos los seguidores de Jesús, o también podrían ser interpretados como los 12 apóstoles.
Mosaico que representa a Pascual
I
|
En el arco del ábside hay doce hombres a cada
lado, sosteniendo coronas de victoria, dando la bienvenida a las almas al cielo.
Sobre ellos están los símbolos de los cuatro Evangelistas.
Hay una escalera que conduce a la cripta,
santuario con las reliquias de Santa Prassede y Santa Pudenziana, que se
mantienen en un antiguo sarcófago, y que fueron trasladadas aquí, desde las
catacumbas, en el año 822.
LOS MOSAICOS, GRAN ATRACTIVO
Destacan en esta Basílica los mosaicos de la capilla de San Zenón, que fue la que Pascual I construyó para su madre, Teodora, como su lugar de entierro, y para consagrar
las reliquias de San Zenón y San Valentín, que fueron traídos aquí desde las
catacumbas.
Los bellos mosaicos del siglo IX, de estilo bizantino, representan
la Santísima Virgen María y los Santos en el arco interior, y a Cristo y los
apóstoles en el exterior.
El mosaico de la Virgen y el Niño Dios en un nicho
detrás del altar mayor es del siglo XIII. Las Santas Práxedes y Pudenciana
flanquean a la Virgen y al Niño. Cristo sostiene un pergamino con las palabras
EGO SUM LUX. Sobre el arquitrabe hay
una luneta con un mosaico de la Transfiguración.
Mosaicos bizantinos en la Santa
Prassede
|
En la parte derecha hay una representación del Tormento del Infierno (Anastasis). Cristo está derribando las puertas del
infierno para rescatar a Adán y Eva, y hay otras figuras del Antiguo Testamento
que lo esperan. En el lado izquierdo de la nave se encuentra la Capilla de San Carlos Borromeo, que tiene una mesa sobre la que el Santo entretuvo a los pobres.
RELIQUIA DE LA SAGRADA COLUMNA
Desde la capilla de San Zenón, se puede acceder
al santuario de la Columna de la Flagelación, donde se encuentra el supuesto pilar sobre el que Jesús
de Nazaret fue flagelado y torturado antes de su crucifixión en Jerusalén. Evitaremos poner en esta entrada fotografías de dicha reliquia para que el impacto, al presenciarla en directo en Roma, sea mayor para todos.
La reliquia se encontró a
principios del siglo IV por Santa Elena, la madre de Constantino I, quien a los
80 años de edad emprendió una peregrinación al Gólgota en Tierra Santa para
fundar iglesias para el culto cristiano y recoger reliquias asociadas con la
crucifixión de Jesús en el Calvario. Entre estas legendarias reliquias
conseguidas por Elena, que incluyen piezas de la Vera Cruz (hoy conservadas en
la iglesia de Santa Cruz de Jerusalén, también en Roma) y madera de la cuna de
Jesús, una de ellas fue el segmento del pilar hoy alojado en Santa
Práxedes.
La columna fue traída desde Tierra Santa en
1223 por el cardenal Giovanni Colonna. La reliquia está encerrada en vidrio por debajo de un baldaquín de mármol, hecho en 1898. La Basílica conserva, también, otras dos
reliquias de Cristo: un pequeño trozo de la prenda sin costuras, y una pequeña
porción de la corona de espinas.
Busto del Cardenal Giovanni
Battista Santoni Una de las primeras obras de Bernini |
OTROS DETALLES DE INTERÉS
Del resto de la Basílica destaca la Capilla del Crucifijo donde la tradición afirma que Santa Brígida de Suecia solía rezar en el siglo XIV. Allí se encuentra un crucifijo que es posible que sea más reciente y sustituya al que estaba
cuando acudía la Santa.
En la gran capilla de la punta de la nave
derecha se encuentra la tumba del cardenal Anchero Pantaléon, arzobispo de Troyes, y sobrino del Papa Urbano
IV, que murió en 1286. El monumento funerario se ha atribuido a Arnolfo da
Cambio.
Por último, en una pilastra del lado derecho de la nave se puede ver una
de las primeras obras del gran Bernini, un busto funerario del cardenal Giovanni
Battista, tallado cuando contaba 17 años.
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