El día 20 de mayo de 2000, se desplazaron hasta Cuenca D.Raimundo Cruz Solís, Dª Isabel Poza Villacañas, Dª Mercedes García González y D.Joaquín Cruz Pozas, restauradores titulados en escultura y profesores del Estudio-Taller de Arte de la Conferencia Episcopal Española, con el fin de realizar una visita de inspección a la imagen de Nuestro Padre Jesús Amarrado a la Columna.
Dicha inspección permitió obtener una primera valoración sobre el estado en el que se encontraba la imagen que se refleja en el presente informe.
INFORME PREVIO
SOPORTE
El estado de conservación del soporte de la imagen presenta como
principal alteración, la existencia de numerosas grietas distribuidas
por toda la escultura, manifestando líneas de ajuste y separación entre
las piezas de madera que constituyen el ensamblado de la estructura de
la imagen.
Las causas podemos atribuirlas a las manipulaciones, los cambios
climáticos externos durante los desfiles procesionales, y a los
movimientos naturales causados por las agresiones atmosféricas, que
provocan fuertes tensiones con pérdida del poder adhesivo de las colas
empleadas para su ajuste.
Estas circunstancias son habituales y se suelen producir en las imágenes
realizadas con muchas piezas de madera acopladas entre sí.
Entre las deficiencias más importantes que presenta esta escultura cabe destacar las siguientes:
· Ambos pies
· Costado izquierdo (verticalmente desde la axila hasta la cintura)
· Cabeza del Señor (cabello y frente)
· Espalda (ajuste triangular del acoplamiento de la cabeza)
· Brazo izquierdo (transversal y longitudinalmente)
· Hombro derecho (hasta el principio del cuello)
La madera de la escultura se encuentra en buen estado de conservación, no apareciendo evidencia de ataque de insectos xilófagos y manteniendo su consistencia y estabilidad inalterada.
POLICROMÍA
En un primer análisis se pudo observar que la escultura presenta
suciedad superficial acumulada, manchas dispersas y oxidación de la capa
de protección que distorsiona el equilibrio cromático de la imagen.
En diversos puntos de la superficie pictórica de los pies se observan
desgastes, faltas, y pérdidas de policromía; especialmente en el pie
izquierdo que se halla muy erosionado debido a los actos religiosos
(besa pies).
Existen generalizadamente levantamientos, craquelados, y en algunas
zonas se pueden apreciar pequeñas pérdidas de la capa pictórica por
falta de adherencia al soporte.
Cabe destacar entre las más importantes las localizadas en los bordes de
las grietas y juntas de las diferentes piezas que constituyen la
imagen. Así como en los vivos del paño de pureza y en los extremos
exteriores de algunas espigas.
En algunas zonas de la superficie pictórica se observan repintes. Es de
suponer que fueron aplicados con el fin de ocultar daños y pérdidas de
policromía.
Este informe determinó que se acometiera, de manera inmediata, el
proceso de restauración de la imagen de "Ntro. Padre Jesús Amarrado a la
Columna".
PROCESO DE RESTAURACIÓN
La intervención de la restauración estuvo supeditada a preservar los
valores históricos, artísticos y devocionales originales, evitando
afectarlos, y siguiendo criterios de justa intervención para buscar en
su restauración integridad, legibilidad y armonía, y, de esta forma,
seguir siendo admirada por las generaciones futuras.
Una vez iniciados los trabajos de restauración, y tras realizar un
examen más exhaustivo, se pudo evaluar en su justa dimensión el alcance
de los daños, comenzando la intervención para subsanarlos.
SOPORTE
Como primera intervención se procedió a proteger la policromía en
aquellas zonas necesarias para manipular el soporte sin riesgo de
pérdidas.
Se encolaron las piezas de madera de la escultura que presentan grietas,
separación de juntas o de ensambles, con materiales idóneos a la
naturaleza del soporte (por medio de adhesivos inyectados)y reforzando
las uniones con espigas y enfiletados de maderas curadas, en los casos
en que este proceso fuese viable.
Se aseguró el sistema de anclajes por medio de una fuerte espiga introducida desde la parte inferior de la peana.
DESINFECCIÓN
Aunque la madera no presentaba indicios que presagiaran la existencia de insectos xilófagos, consideramos necesario realizar una desinfección aunque sólo fuera como medida preventiva.
POLICROMÍA
Fijado del color: Una vez concluidas las fases anteriores se procedió a la protección de la capa pictórica. Para ello se fijaron los levantamientos existentes sobre todo en las zonas de mayor alteración como son los alrededores de las grietas. Para esta intervención de emplearon adhesivos de origen animal, afines al original y perfectamente eficaces por su reversibilidad y por su perfecto acople al movimiento climático de la madera.
Limpieza: Garantizada la estabilidad de la capa pictórica, se procedió a la intervención de la limpieza, que fue muy sensible y superficial, dirigida principalmente a eliminar la suciedad acumulada, manchas dispersas, oxidaciones del barniz protector, etc...
Por ser esta intervención muy delicada y determinante se respetaron veladuras, pátinas y calidades de superficie originales que confieren características propias al conjunto escultórico, ya que una limpieza excesiva sería irreversible y alteraría el aspecto original de la obra. Durante todo el proceso de la limpieza se fueron dejando testigos para su estudio comparativo y documentación fotográfica.
Levantado de repintes: Se eliminaron, por medios mecánicos (bisturí), y ayundándonos con reblandecimiento de disolventes, todos los repintes que afectaban a la policromía de la escultura.
Estucado: Esta operación previa a la reintegración pictórica se efectuó sobre zonas con faltas de preparación: Juntas de unión, lagunas y grietas. Usando materiales de iguales características que los de la preparación original. Esta intervención garantiza la adherencia de la policromía y constituye una superficie reflectante idónea para la reintegración cromática.
Reintegración del color: La reintegración cromática se realizó en todas las zonas que fueron estucadas o habían perdido su policromía original, exceptuando el pie izquierdo de la imagen, al cual se respetaron sus desgastes por considerarlos provocados por actos religiosos. Esta reintegración del color se realizó mediante técnica acuosa (pigmentos a la acuarela) dado que no se degeneran con el tiempo y que son plenamente reversibles. Como imagen de culto se usó una técnica de reintegración ajustada a los tonos cromáticos originales, quedando incorporada al conjunto de la policromía de la imagen.
Barnizado: La intervención de la imagen finalizó con la aplicación de un barnizado generalizado a base de resinas acrílicas con un acabado satinado, que protegerá a la escultura de las condiciones climáticas tanto en su permanencia en la Iglesia como en sus salidas procesionales.
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